domingo, 22 de agosto de 2010

Diez maneras de convertirse en experto (o al menos parecerlo). Por Daniel Drezner

Daniel W. Drezner, analista político y colaborador de Foreign Policy, ofrece diez consejos para convertirse en experto en política internacional. Drezner enfatiza que sus consejos no necesariamente se aplican a otros campos del saber. Sin embargo nos parece que son atendibles y fácilmente extrapolables (o por lo menos dignos de tenerse en cuenta) en nuestro camino al expertise, en el campo que sea.


Así que quieres convertirte en experto...
Por Daniel W. Drezner.

Hoy recibí la siguiente consulta por correo electrónico:

"Lo que me pregunto es: ¿cómo se convirtió usted en un experto en su campo? Entiendo que usted obviamente fue a la universidad y probablemente tiene toda clase de títulos. ¿Pero cómo se dio cuenta del momento en que se convirtió en un experto en su área de conocimiento?... ¿Reunió todo su saber investigando mientras estudió en la universidad, o simplemente lee una gran cantidad de libros sobre cualquier tema de su interés?"

Esta es una de esas preguntas que suenan increíblemente sencillas y sin embargo son imposibles de responder de manera concisa.

Me refiero a que, claro, tengo algunos títulos. Y supongo que obtener un doctorado te permite decir que eres un experto en un área de conocimiento muy limitada. La verdad, sin embargo, es que he conocido a muchas, muchas personas con doctorados que realmente tienen una comprensión bastante limitada sobre muchos temas importantes (consejo importante para ahorrar: nunca compre el libro de alguien que pone “Doctor” antes de su nombre en un libro). Yo tengo una comprensión limitada sobre un número espectacular de temas. Así que aún la condición de experto está completamente limitada a su campo.

Dicho esto, ¿cómo se convierte uno en experto sin ir al Sistema Dagoba? No hay una manera y no hay una respuesta. Aquí hay diez maneras de adquirir pericia (expertise) sobre política mundial (ADVERTENCIA: no se aplica necesariamente a otras áreas de conocimiento).

1) Vaya a la universidad. Hay personas por allí que son wunderkids autodidactas, capaces de largas y brillantes disquisiciones sobre los laberintos de las relaciones internacionales después de leer a Tucídides una sola vez. Hay un 99% de probabilidades de que usted no sea una de esas personas. Para usted y para casi todos los demás, el camino a la pericia está trazado a través de la universidad y la escuela de posgrado. Así que vaya y tome cursos en estas materias.

2) Lea mucho. Quiero decir, lea una enormidad. No solamente lea los libros y artículos que le fueron asignados en clase. Lea las cosas que aparecen repetidamente en las notas a pie de página y las bibliografías de sus lecturas asignadas. Lea los clásicos. Lea los trabajos de avanzada. Lea todo lo que parezca tener valor. Cuando usted llegue al punto en el cual piensa que está viendo argumentos recurrentes, entonces se está aproximando a la cúspide del expertise.

3) Lea un periódico al día y una revista cada semana. La política mundial y los acontecimientos de actualidad están entrelazados. Mientras más lea usted sobre acontecimientos diarios, mayor su base de datos mental de eventos interesantes que puedan ser usados como materia prima cuando contemple diversos rompecabezas en política mundial.

4) Rodéese de personas inteligentes. Cualquiera que haya ido a una escuela de posgrado sabe que la mejor educación proviene de sus compañeros. Si la imagen del estudiante de posgrado brillante, excéntrico y solitario es un relato irresistible, también es mucho más común en las películas que en la vida real. Usted puede obtener una enormidad por ósmosis rodeándose de personas inteligentes.

5) Nunca tema hacer preguntas que delaten su ignorancia. Uno de los politólogos más inteligentes que he conocido me dijo que si yo no entendía un concepto o presentación, había muchas probabilidades de que la mayor parte de las demás personas en la sala tampoco lo entendieran. La gente que no hace preguntas no aprende nada.

6) Recorra el mundo. Usted sabe, como Cain en Kung Fu. Como eventos recientes sugieren, existe una terrible falta de conocimientos acerca de cómo funciona la política en otros países. Si usted puede desarrollar un buen conocimiento práctico sobre la política/cultura/lenguaje de otro país, entonces puede reivindicar una cierta cantidad de pericia.

7) Consiga trabajo. Hay océanos de conocimiento que no pueden adquirirse mediante libros, cursos o colegas. Michael Polanyi denominó estos tipos de conocimiento como “tácitos”: tienen que ser experimentados para ser aprendidos. En política mundial, a veces la mejor forma de aprender es hacer.

8) Gane edad. Envejecer no tiene mucho de positivo, pero uno de los beneficios es que usted probablemente hecho mucho más de los ítems 1 – 7 que esa pretenciosa gente más joven que usted. La pericia tiene una calidad relativa a todo ello, y mientras usted gana edad, es más probable que usted haya obtenido más de eso que las generaciones más jóvenes.

9) Reconozca sus límites. Los verdaderos expertos no solo saben mucho. También están conscientes de los vastos océanos de conocimiento que no conocen.

10) Deje de leer blogs. Oxidan su cerebro y le pegan gérmenes.


Este artículo fue publicado originalmente por Daniel W. Drezner en Foreign Policy el 19 de agosto de 2010.


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