Es poco lo que podría decir una publicación de blog sobre José Saramago. Sin mayores pretensiones, solo quiero dejar constancia de la fascinación con que descubrí su narrativa, en las páginas de Ensayo sobre la ceguera.
En aquel tiempo yo era peruano y era estudiante. Ergo, era misio. Así que descubrí a Saramago en una publicación pirata. La ceguera blanca fue una idea que me deslumbró porque el blanco es la suma de todos los colores, anotación pertinente este blog que alude a la luz desde su nombre.
Supongo que Saramago habrá disculpado que, como yo, tantos estudiantes peruanos (y de otras nacionalidades, porque su obra es universal) hayamos leído su prosa en libros piratas. Y lo seguirán haciendo. En respeto a su ateísmo, no voy a buscar significados trascendentales a su vida o a su fallecimiento. Nos queda su prodigiosa obra. Es nuestro derecho disfrutar de ella.
saramago jose saramago literatura
viernes, 18 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario